Imagina que estamos sentadas en una mesa tomando un café las dos juntas y yo empiezo a tocar tu taza, a darte opinión sobre ella, que igual si tu taza fuera de otro color sería más bonita,, a darte mi opinión de donde fue que la compraste, que seguro que si la hubieses comprado en otro lugar sería mejor la taza… y todo esto con la coletilla implicita o explicita de esto lo hago por tu bien….
Y cuando tú te animas a dar opinión de mi taza, te pongo un límite en seco y te digo “ que ni se te ocurra opinar de mi taza”, mi taza es chulísima y nadie te ha dado vela en este entierro para opinar sobre ella, y aceptas este límite cortante.
O te quedas callada ante mi opinión (juicio de tu taza) o te vas y cuando ya no estamos las dos juntas te empiezas a enfadar muchísimo internamente, y en tu mente creas un dialogo interno en el que tienes a la otra persona y tú, y tú diciéndole todo lo que no te atreviste a decirle en tu dialogo interno. Y entras en bucle todo el día.
¿Te identificas en alguno de estos ejemplos?
A todo esto que te acabo de mencionar se le llama poner “límites” y esto que en un primer momento puede parecer muy fácil, en muchas de nosotras no lo es. Yo he tenido que trabajarlos mucho, para llegar a poder ponerlos asertivamente: ( educadamente decir lo que quiero, necesito, me gusta)
Para que puedas entender fácilmente lo que son los límites es, primero conquistar tu espacio y saber posicionarte en él, para desde ahí poder expresar lo que quieres, necesitas y te gusta. Y lo segundo es desde ese posicionamiento y conquista de tu cuerpo, saber que es lo que a tí te hace bien o no te lo hace…
Ejemplo
si te acuestas cada día a las 1.oo de la noche y tienes que levantarte a las 6.oo de la mañana y lo haces todos los días..llegará un momento que el cansancia te hára estar irritable. Con lo que no tienes sanos límites contigo misma.
En un proceso de separación es super importante aprender a poner sanos límites…. y conquiestar tu espacio, ya que es una etapa de la vida de muchos cambios tanto en tu mundo personal y profesional.
Vas a tener que proteger/Te tu espacio y si tienes hijos su espacio, porque tienes que negociar con otra persona ( expareja) y si digo negociar…. no pelear.
Las peleas suceden por falta de límites muchas veces o por poner los límites desde el enfado, porque en realidad no sabes cuidarte ni protegerte.
En este correo de hoy te quiero dar varios tips para que empieces a observar si pones límites o dejas que te invadan continuamente.
¿En los ejemplos de la taza en donde te identificas normalmente en tu vida? Toma conciencia de donde estás este es el primer paso para aprender a poner límites, aceptar en donde estás parada ahora.
¿ Cuando tienes que poner un límite y no lo pones que emociones son con las que te identificas, enfado o rabia, tristeza, miedo, vergüenza, culpabilidad.
Me interesa que me cuentas si te apetece la respuesta de estas preguntas.
Escríbeme al correo silvia@terapiayalternativa.com y me explicas estaré encantada de leerte.
Una abrazo grande.