Terapia para Adolescentes: Construyendo Identidad y regulando emociones


Terapia para adolescentes | Silvia Mota | Terapeuta Gestalt
Escrito por silvia en . Publicado en .

La adolescencia es la etapa del desarrollo que comienza sobre los 10 y termina sobre los 25 años, con la aparición de los caracteres sexuales secundarios a raíz de cambios hormonales. Se mantiene hasta el final del crecimiento biológico, con del desarrollo cerebral, psicológico y social del individuo (aunque éste seguirá evolucionando a lo largo de su vida).

Desarrollo Psicosocial Adolescentes

El inicio y final de la adolescencia es diferente en cada persona pero, en todos los casos, es un periodo fundamental para el desarrollo psicosocial, en el que se dan diversas características:

  • Desapego gradual de las figuras parentales: Ir desapegándose poco a poco de las figuras parentales.
  • Relevancia por la apariencia física y etapa egocéntrica : Una mayor preocupación por el aspecto corporal que, en nuestra sociedad, se ve incrementada por la importancia social que se le da a la imagen.
  • Relaciones sociales con sus iguales: Ámbito de las relaciones sociales con sus iguales e integración en el grupo de amigos. Esta tiene mayor importancia al inicio de la adolescencia de los 12 a los 18. Posteriormente, al final del desarrollo psicosocial de los 18 a los 25, pierde fuerza esta importancia de sus iguales en favor de la relación de pareja, un vínculo individual más íntimo en el que compartir y crecer.
  • Desarrollo de la identidad: El desarrollo de la propia identidad, la identidad está en continua construcción toda la vida, pero será en esta etapa en donde habrá más exploración.

Ayudando a los Adolescentes en su Búsqueda de Identidad

El adolescente afronta simultáneamente los desafíos de relacionarse con personas nuevas, mientras se busca a sí mismo y su lugar en el mundo, con un cerebro todavía en desarrollo y una autoestima que, en esta etapa, puede padecer muchos altibajos. ¿Cómo podemos ayudarle en este proceso de reconocerse y reinventarse?

  • Brindar acompañamiento desde el hogar: En primer lugar, es necesario acompañar desde casa esta exploración de la identidad. No puede ser un proceso que el adolescente atraviese en solitario, como algo particular que no incumbe o no interesa a la familia. De lo contrario se genera el distanciamiento y la incomunicación de la que tantos padres y madres se quejan. Hay que activarse, ser proactivos y mostrase disponibles, pero sin invadir su espacio, para que el  adolescente sienta que tiene alguien con quien contar en esta búsqueda de sí mismo.
  • Comprender el impacto de las relaciones: En segundo lugar, es importante comprender bien el impacto que tienen las relaciones en esta etapa, mucho más que en otros momentos de la vida. Las nuevas relaciones o la modificación de las que ya había generan emociones, que pueden ser intensas y desconocidas para el adolescente, el cual no sabe muy bien cómo manejarlas. Estas emociones impactan en su autoestima, que en este momento puede ser vulnerable, lo cual afecta a la creación de su identidad. En este proceso se genera la imagen de sí mismo.
  • Establecer pautas claras: Por último, los progenitores debemos tener pautas claras para acompañar las emociones de nuestros hijos e hijas adolescentes. El adolescente debido al momento en que se encuentra su cerebro necesita de la autorregulación emocional ( ser acompañado por un adulto a la hora de regular sus emociones) de esta manera les ayudaremos a mejorar su autoestima, y por tanto a también establecer relaciones sanas. En consecuencia, les facilitaremos el enorme desafío que supone la creación de la identidad en el tránsito de la niñez a la edad adulta.

Construcción de la Identidad en la Adolescencia

La identidad es uno de los aspectos claves en esta etapa de la vida. De forma natural todos los adolescentes buscan el desapego con su familia. Esto puede ser chocante e incluso doloroso para los progenitores, que ven como el niño o niña cariñoso y dependiente en poco tiempo pasa a distanciarse, a no ser cómo era. Si embargo esto es perfectamente normal: se está inventando a sí mismo y no puede hacerlo de otro modo que por oposición a los padres y madres. Acompañar la búsqueda de la identidad del adolescente implica entender esto, aceptando y respetando su espacio. Es un trabajo personal para padres y madres, que implica un cierto duelo por el niño o niña que se va. Debemos facilitarle ese proceso, no transmitirle nuestra queja o descontento con esos cambios. Nuestra frustración no es problema del adolescente: él o ella ya tiene suficiente con sus cambios a nivel emocional y existencial.

Cambios en la apariencia física

La construcción de la identidad es un proceso de transición que requiere de una búsqueda, de experimentación. Uno se hace a sí mismo por ensayo-error. Por eso las personas adolescentes empiezan a experimentar con muchas cosas: con su cuerpo, con su pelo, con la música, con sus gustos, ropas, aspectos o amistades.

Exploración de los orígenes familiares

En muchos casos se da un interés por investigar los orígenes de la familia, sus miembros y su historia. Cobra mucho peso la relación con los iguales: las amistades son muy intensas y se apoyan mutuamente en el proceso de autodescubrimiento. Sucede lo mismo con las parejas.

Influencias de referentes

Asimismo, son de suma importancia los referentes que tienen, sean personas famosas o individuos de su entorno. Todo ello les marca en muchos aspectos y será recordado a lo largo de la vida. Y tiene un impacto en la autoestima y el autoconcepto, es decir en la imagen que tienen de sí mismos. Y, por tanto, en cómo se valoran y se sienten con ellos mismos.

Importancia de las emociones en la adolescencia

Debemos tener muy en cuenta que, en esta etapa crucial, el motor de la conducta son las emociones, no el raciocinio. . El cerebro del adolescente todavía no está completamente desarrollado. Las descargas emocionales se imponen a las conductas racionales y con frecuencia los padres se sorprenden de que adolescente “no sabe dónde tiene la cabeza”, no actúa “con sentido común”, tiene reacciones desproporcionadas a hechos sin importancia o cambios de humor frecuentes y sin motivo aparente. Todo ello es consecuencia normal de la preeminencia de las emociones y, por ello, les tenemos que ayudar a regularlas y a encauzar sus comportamientos.

Si necesitas un acompañamiento individual para tus adolescentes y pautas para la familia escribe al correo contacto@silviagestalt.com o llama al 669965061 estaré encantada de acompañaros.

 

 

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silvia Mota

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